Es increible darse cuenta lo rápido que pasa el tiempo. Pensar que hace un año, exacatamente a esta hora, estaba con un marroc al lado mio, hablando con vos y sin poder sacarme de la cabeza la tarde que habíamos pasado. Desde los mensajes de la mañana, hablándo de que nos ibamos a ver, la cuenta regresiva y mi corazón a mil, despues la desilusión cuando no me contestaste y pense que se había ido todo a la mierda. Me acuerdo que me senté en la computadora y le dije a mamá que me hiciera un té pensando que no iba a pasar nada, y cuando estaba en la computadora escuché el "eeei esta noche nos vamos de playa a pasarla bien nice preparate .. " y yo la cantaba hasta que me di cuenta que era mi celular, corrí y te escuché hablar. Me preguntaste si iba, y te pregunte si querías que fuera, cómo me dijiste que si bajé corriendo y le dije a mamá que me lleve. Nunca había estado más nerviosa pero daba igual, me bajé del auto y me estabas esperando con tu sonrisita linda y el primer beso. Caminamos de la mano para que me presentes a tus amigos, nos quedamos boludeando toda la tarde, yendo de un lado a otro, eramos pitufitos colorados, me regalaste el marroc. Nos quedamos tirados en los bancos hasta la hora de volver, nos tomamos un remo y me dejaste en casa, nunca me voy a olvidar de los besos con sabor a chocolate blanco ni del mensaje cuando llegué a casa, agradeciéndome por la tarde. Mucho menos de lo que me dijiste esa noche, que yo te hacía feliz.
Es raro pensar en esto un año después, ver como si cierro los ojos todavía puedo sentir tus manos contrastando el frío de ese 29 de septiembre de 2009, saboreando denuevo cada beso y metiéndome en cada mirada, escuchando cada palabra, cada frase, cada oración.
Lo único que me queda hoy, mas alla de todo recuerdo, es una lista larga de promesas incumplidas:
Prometiste llevarme al cine en tu auto
Prometiste que ibamos a cocinar juntos
Prometiste que ibamos a tocar la guitarra juntos
Prometiste que ibamos a componer una canción
Prometiste que nos ibamos a tirar a ver las estrellas
Prometiste que ese marroc iba a ser "el primero de muchos regalos".
Hoy, no quiero pedir que se repita todo, por mucho que me gustaría, ni siquiera me animo a pedir que cumplas tus promesas porque es imposible. Lo único que quisiera es que asumieras lo pendejo que fuiste para adelantarte tanto, para animarte a pedirme perdon y volverme a lastimar.
Acordate de lo que vos mismo dijiste: yo te hice feliz.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
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