No caigo.
Me desperte hablando con él por whatsapp como cualquier mañana, como lo vi ayer y hablabamos por whatsapp, parecía un día más.
Fuí, compre ropa mientras le mandaba fotos para que me ayudara, sentía que el estuviera en su cama tirado mientras hablaba conmigo, y que en cualquier momento me iba a decir: bueno en 5 salgo a la parada.
Después llegué a casa, hablamos por skype. Lo vi y se me escaparon un par de lagrimas. A cada cara que me hacía, cada palabra que me decía me hacía extrañarlo más y más, me moría de ganas de darle un abrazo, un lindo beso o simplemente mirarlo a los ojos. De repente, me acordaba de que no voy a poder hacer eso hasta dentro de dos meses y me quebraba.
Cuando terminamos de hablar, se fue a dormir. Yo ni siquiera había tomado el té y el ya estaba durmiendo. Ahí me di cuenta de lo jodida que va a ser la diferencia horaria.
Me aburría, me sentía sola. Solo quería hablar con el, y él estaba durmiendo. Intenté matar el tiempo, deambulé por la casa y terminé sacando su bicicleta de la lluvia y, a la vez, sacándome las lagrimas de los ojos. Cuando me bañaba también pensaba en él. Vi una película, y no dejé de pensar en él un segundo. Para no pensar, me puse a ordenar mi cuarto, ordené TODO... no se qué voy a hacer mañana
viernes, 23 de diciembre de 2011
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